martes, 20 de octubre de 2009

Una Leda Astral de Gerardo Diego


Según la Real Academia Española el término zodíaco en astrología hace referencia a la "zona o faja celeste por el centro de la cual pasa la Eclíptica. Tiene de 16 a 18 grados de ancho total; indica el espacio en que se contienen los planetas que solo se apartan de la Eclíptica unos 8 grados y comprende los 12 signos, casas o constelaciones que recorre el Sol en su curso anual aparente, a saber, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis".

Etimológicamente, para el estudioso Webb en el libro Los nombres de las estrellas, "el significado original de zooidion, que es un diminutivo de zoon, se refiere a una figura pequeña, pintada o tallada, y así los usa Heródoto (Historias, I.7o). Más tarde se le dio también a grandes figuras... El término zodíaco deriva, por tanto, de las figuras pintadas en él, y es un error etimológico, muy común, suponer que las figuras deben ser de animales".

Después de tantos tecnicismos astrológicos nos quedamos con la definición que da Gerardo Diego sobre lo que es un Zodíaco: "Blancas teorías de estrellas// las más firmes, las más bellas", y le damos entrada a su poema, en el que hace dos hermosos guiños a Leda. En el primero -como es de suponer- en el signo de Géminis (Pólux y Castor), nacidos del huevo de Leda.

El segundo guiño está presente en el signo de Virgo, que aunque en la actualidad se encuentra asociado a la virginidad y al mito de Astrea, hija de Zeus, única diosa Virgen y al cinturón de Hipólita -según otras fuentes-, en la antigua Grecia consideraban a Virgo como una diosa que tenía la función de mediar entre el espíritu y la materia, así como la de unir la inteligencia con las necesidades de la vida. Se trataba de una diosa relacionada con la procreación. Se cuenta que en los ritos a Virgo se exigía que al igual que cada árbol daba su fruto, la mujer entregara su virginidad a la diosa con el fin de atraerse la fertilidad. Pensamos que el poeta le da esta última significación, además de relacionar al color blanco con la virginidad y con la albura del plumaje del cisne, también podemos hurgar en aquéllos deseos de poseer lo imposible, pues el cisne (Zeus) ve a la hermosa virgen y piensa en Leda, en aquel momento, en aquella entrega mágica y ritual.

Zodiaco

Gerardo Diego


Zodiaco. Banda de Geos.
Cruces. Medallas. Trofeos.
Gira lenta la correa
de la eclíptica polea.
Se inclina en bello viraje.
Vuela sobre el paralaje.
Blancas teorías de estrellas,
las más firmes, las más bellas.

Las doce constelaciones
enlazadas de las manos
cantan celestes canciones
que no entienden los humanos.
Oh, corona sideral
inocente y virginal.
Los coluros y los tròpicos
son aros vacuos, utòpicos.
Tú ciñes de invierno a invierno,
amoroso, mi planeta
Tú, Zodiaco, eres eterno.
A ti te canta el poeta.


ARIES

Intrépidos Argonautas. Jasòn.
La copa de las regatas, el Toisòn,
(En Rodas, Apolonio
os dará testimonio.)
Aries apunta sus cuernos
primaverales,
los tiernos
recentales.
En cada punta una estrella.
Andròmeda la bella
querría huir galopando sobre Pegaso.
Pero Pegaso
va paso a paso.
Aries. Riqueza. Violencia,
nos pronostica la ciencia
sideromántica, astròloga.
Ebulliciòn biòlogo.
Aries. La doncella hermosa.
En el rosal la rosa.


TAURO

Tauro. Potencia. Vigor.
Sangra, escarba, muge, topa.
Tauro es Júpiter raptor.
Sobre sus lomos, Europa.
(El Buey Apis cruza lento
contra escarnio y contra viento.)
El horòscopo adivina
obstinaciòn, lucha, inquina.
Tauro. Fuerza. Sexo. Arde
el macho en celo. El cobarde
de vergüenza palidece.
Tauro todo lo enrojece.
Y, oh paradoja divina:
sobre el sangriento Aldebarán se posa
la mariposa,
la golondrina.


GÉMINIS

Géminis. Los dos hermanos
iguales y paralelos.
Sobre los hombros, las manos.
Castor y Pòlux, gemelos.
Deteniendo su cuadriga
los examina el Auriga.
Géminis, símbolo profundo.
El viudo busca su pareja.
Sobre la corola, la abeja.
Bajo el sol, el amor fecundo.
Los hijos de Géminis son nobles.
Su espíritu alto. Sus amores dobles.
Paraíso de los andròginos.
Infierno de los misòginos.
El águila bicéfala vuela
invulnerable a las balas.
Al alma le nacen dos alas.
y persigue al alma gemela.


CÁNCER

Cáncer. El Sol llega al tròpico
y empieza a andar del revés.
Cáncer. El Sol microscòpico
se abate sobre la mies.
Sombras enanas
y fuegos artificiales.
Reverberan las vestales
humanas.
En el cielo arden hogueras.
Caen estrellas en las eras.
Huele la Luna. Es el gran
panselenio de San Juan.
Humor fantástico. Viajes.
Germinaciòn de lunáticos.
Van por celestes parajes
fanáticos.
Cáncer. La Luna princesa.
El Sol la alcanza y la besa.


LEO

Leo. El cuerpo y la cabeza.
(¿Un leòn o un ave coja?)
La melena de Su Alteza
es aromática y roja.
Régulo: la garra en alto,
preludio de heroico asalto.
Pòlux, medroso, se abraza
a Castor. Y todos: ¡Plaza!
-gritan- ¡Plaza al Rey!
Quia nominar... Es la ley.
Leo. Vino, sangre y fuego.
La Rueda de la Fortuna.
Si la bola es oportuna
hay herencia. Pero luego...
Leo. Dormita, bosteza.
...No despertéis a Su Alteza.


VIRGO

Virgo, en las manos de cera
levanta la rubia Espiga.
Y derribada en la era,
dice la virgen: -Mi amiga,
mi amiga casta y sin velo,
la blanca Virgen del cielo.
Quién pudiese ir en un vuelo-.
La mira el Cisne y piensa en Leda.
Como pueda...
-Pon en mis ancas tu raso
-dice Pegaso-.
Virgo, llamas refrenadas.
Mieses. Sol. Dulces miradas.
Horòscopos de demencia.
Peligros de adolescencia.
Sueñan las doncellas
amantes;
vuelan las estrellas
errantes.

LIBRA

Libra. Los platillos llenos.
a, y, arriba P,
el clavo que los sujeta.
Los frutos colman sus senos.
Es el fiel. Ni más ni menos.
Libra. Cosechas. Vendimias.
En las retortas de alquimias
y en los magos alambiques
descifran los nigromantes:
-Nadie al amor pone diques.
Mas tened cuidado, amantes-.
La dama de la pelerina
se ha enamorado de Arturo.
Adiòs, golondrina.
El cielo está ya maduro.


ESCORPIO

Escorpio. Se retuerce en los mares
horizontal.
Saluda la rojiza Antares
a la Cruz Austral.
Mordeduras. Baba. Ira.
La Virgen, en el trapecio,
se columpia y le mira
con desprecio.
Se enreda la madeja
de las estrellas. Una se queja.
Y hay un secreto trigonométrico
en su laberinto geométrico.
Algunas se desgajan
y como hojas secas bajan,
haciendo eses,
a posarse sobre los cipreses,
de los cementerios.
Escorpio. Audacia. Adulterios.
Esta mañana
se nos ha muerto la hermana.

SAGITARIO

Sagitario. El arco estalla.
Tiembla la aguda saeta.
El bello centauro-atleta
en escorzo de batalla.
Apunta. Salta la flecha.
Parábola. El arco vibra.
Ha herido a Escorpio o a Libra.
Y cae la estrella deshecha.
Dicen todos: -Sagitario-
y hay un temblor extraordinario.
Hasta el Águila se inquieta.
Recoge su cola el cometa.
Sagitario. El gran obstáculo,
dice el oráculo.
Todo bien o todo mal.
Omnipotente o fatal.
Sagitario, ¿es tu saeta
la que malhiriò al poeta?

CAPRICORNIO

Capricornio. Alarga el cuerno.
Corvas y velludas piernas.
Invierno.
Nieves eternas.
Capricornio topa y salta.
Ostenta
la cornamenta
de las cabras de Malta.
Irònico signo
maligno.
El Cisne patina
por la onda cristalina.
Pronòsticos: genio activo.
Fallan las patas de chivo.
Balancea el tallo Sirio.
Inmaculado lirio.
Capricornio. Tus placeres
los mejores.
Rubores
en las mujeres.

ACUARIO

Acuario. Ondas de cristal.
Paisaje submarino.
Aurora boreal
sobre el resplandor alpino.
Orion, el gran cazador,
se convierte en nadador.
Ha visto al Delfín
y a las ondinas del Rhin.
Las estrellas, burbujas
somormujas.
Nacen ahora los sinuosos,
movibles y caprichosos.
Verbena
ártica en los bulevares.
Queda presa la Ballena
entre los hielos polares.


PISCIS

Piscis. Juegos. Culebreos.
Las cabecitas biplanas
guiñan los ojos. Mareos.
Trenzadas filigranas.
La Ballena los acecha
y ellos huyen paralelos.
Ha quedado deshecha
la prisiòn de los hielos
Piscis. Espíritu inquieto
propenso al mando y al reto.
El mundo muere. Nace el mundo.
El niño rubicundo
retoza en la cuna.
Se pone su antifaz la Luna.

El Zodiaco vuelve a empezar.
Girar. Girar. Girar.
Dame la mano, hermana:
Vamos a bailar la sardana.


Conjunción de Isis, Venus y Leda
Maria Varas


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Gerardo Diego. Poeta perteneciente a la generación del 27. Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander. Estudia la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y allí conoce a quien sería después un amigo esencial en la vida literaria, Juan Larrea. Fue catedrático de Lengua y Literatura en Institutos de Soria, Gijón, Santander y Madrid. En Santander dirigió dos de las más importantes revistas del 27: Lola y Carmen. Fue uno de los principales seguidores del Ultraísmo y del Creacionismo. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, ex aequo con Rafael Alberti. Elaboró las dos versiones de la famosa Antología de poesía. Como profesor, dio cursos y conferencias por todo el mundo. Fue además crítico literario, musical y taurino además de columnista en varios periódicos. Su tarea poética se sigue completando con sus estudios sobre diferentes temas, aspectos y autores de la literatura española, con su labor de conferencista y su destacada crítica musical. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia Española. En 1979, se le concedió el Premio Cervantes. Murió el 8 de julio de 1987 en Madrid a los 90 años.

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