miércoles, 28 de octubre de 2009

La Leda gótica de Witkin


"Leda" de Joel Peter Witkin (Los Angeles, 1986, tiraje de 3 copias. Fotografía 72 x 71,5 cm). Se encuentra en la Galería Baudoin Lebon de París y Harry Lunn de Nueva York. Y está reproducida en su libro "The bone house".


Witkin metamorfosea a Leda en un personaje masculino, en una drag queen de Los Angeles con problemas de raqutismo, probablemente por la polio, que actuaba en films homoeróticos, y lo embellece tratandole como mujer hermosa. Witkin desmitifica el arte tal como se concibe y niega que solamente la mujer sea bella. En esta versión de Leda, la diosa aparece con los ojos tapados. Es un tema recurrente en la obra de Witkin, sus sujetos llevan usualmente máscaras, vendas, que nos provocan incomodidad.

Abajo, en un ángulo, se muestra un huevo roto del que han salido gemelos siguiendo el referente mítico. Dentro de la cáscara del huevo ha encendido una bombilla. Para conseguir los bebés Witkin pagó a sus madres 50 dólares.

Además, ha sacado de su contexto a Leda y el cisne, que ya no aparece en un paisaje. La imagen está fotografiada en un interior con un decorado, el cisne está sobre una caja y el suelo está cubierto de orina. En la imagen vemos arañazos negros y blancos que constituyen parte del fondo y una zona de indefinición en los bordes, un factor de su pictorialismo que se enfatiza con la elección de la imagen en blanco y negro.

Witkin creó la fotografía en una sola toma, utilizando una luz estroboscópica.


Joel-Peter Witkin (nacido el 13 de septiembre de 1939 en Brooklyn, Nueva York) es un fotógrafo estadounidense cuyas fotografías reflejan lo grotesco y oscuro de la sociedad que tanto escandaliza a esta. Se trata de un artista provocador que ha sido marginado y críticado por la opinión pública, factor determinante en su poca fama como artista. No obstante, dentro de la cultura underground es muy admirado, no solo por otros fotografos sino también por músicos.

Durante su juventud, trabajó como fotógrafo de guerra en la Guerra de Vietnam. Más tarde estudió escultura en la Cooper School Of Fine Arts de Brooklyn donde consiguió un título en artes en 1974. Después de que la Universidad de Columbia le concediera una beca terminó sus estudios en la Universidad de Nuevo México en Albuquerque donde consiguió su Master en Bellas Artes. Su obra se inspira en un suceso inusual que vivió el fotógrafo en su infancia: la presencia de un accidente de automovilístico donde una niña resulto decapitada. Las dificultades en su familia también fueron influencia para Witkitn.

La temática principal de sus fotografías involucran hechos como muerte, sexo, cadáveres, miembros amputados, seres marginales (enanos, transexuales, hermafroditas, deformes,…). Las escenas donde se hayan sus personajes suelen ser escena bíblicas o parodias de cuadros famosos. La forma de ver el arte de Witkin ha provocado malas reacciones en la opinión pública, siendo acusado de explotador (de sus modelos) y marginado como artista.


Ver las obras de Witkin.

martes, 20 de octubre de 2009

Zeus y sus amantes


El artista
James Russell May integra y sintetiza -de manera mágica y brillante- los amores del cisne... (e incluye a Ganímedes, porque siempre las copas fueron importantes para el Dios)


Leda and the Swan

Leda and the Swan


The Loves of Jupiter: Jupiter and Danae


The rape of Europa

The Loves of Jupiter: Jupiter and Io


The Loves of Jupiter: Jupiter and Io (detalle)


The Loves of Jupiter: The Abduction of Ganymede


The Loves of Jupiter
James Russell May

Plumas clandestinamente enamoradas...


El amor busca plumas clandestinas


Antonio Carvajal


El amor busca plumas clandestinas
Nació bajo la luz de una tarde de estío.
Súbitamente herido,
por calles, por tranvías, por geranios, por trajes,
liquen de labios, desplegó sus alas.
Rodó por archipiélagos de madreselva húmeda,
por vinos aromados y miradas furtivas,
pero temió las cárdenas navajas
que al inocente acechan.

Por la tronera trémula del pino
podían dispararse cerbatanas,
flechas extintas como espejos sucios.
...Súbitamente herido.

El amor busca plumas clandestinas,
rodando por los nombres de los meses,
errando las ambiguas direcciones,
bares de moho, pensativas lunas,
súbitamente herido.

Tenía grandes alas, como fuentes,
como cedros, crepúsculos, alondras;
iba por avenidas y jardines
encorvado de piedras y deseo...
Súbitamente herido.

Oh los deseos que en el tiempo anidan,
que incuban sus estrellas, sus acíbares,
y sobre el campo hostil dejan cristales,
nácar de empuñadura de navaja,
caparazones de marfil, diademas
de sangre sexual. Buscaba plumas
clandestinas, covachas, paraísos
terrenales, ocultos, donde el hombre
no acosa como hiena, como hombre,
como sonrisa cómplice, ni escándalo.
¡Qué escándalo de plumas! Centinelas
de la certera soledad prendían
hachones en la noche
por barrancos, colinas,
por cactos polvorientos, por yacijas
donde el amor inventa su mínima aventura,
súbitamente herido.

El amor se resiste a los acosos,
súbitamente herido,
tiene oídos nocturnos, grandes ojos.
súbitamente herido,
las alas cubren con temor su torso,
súbitamente herido,
y es feliz con sus plumas de abandono,
súbitamente herido.

Acacias, gritos, campanadas, sombras,
buzones, fechas, compasión, sollozos:
para que su rumor no desvele a los bosques,
pasa el amor con la noche en los hombros.



Mujeres Cisnes
©Salo
Tomado: aquí


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Antonio Carvajal. Nacido en Granada en 1943; es doctor en Filología Románica por la Universidad de Granada y titular de Métrica; es miembro de la Academia de las Buenas Letras de Granada. En 1990 el Premio Nacional de la Crítica. Considerado uno de los poetas mayores de la España contemporánea, se le considera el autor más caudaloso e infatigable de la llamada Generación del 70. Notable renovador de la tradición poética andaluza, artífice de una versificación depurada e innovadora, ha seguido fielmente, desde su primer poemario, la línea de la poesía barroca. Su poesía se caracteriza por una celebración -con profunda raigambre filosófica- de la vida y del amor.


Una Leda Astral de Gerardo Diego


Según la Real Academia Española el término zodíaco en astrología hace referencia a la "zona o faja celeste por el centro de la cual pasa la Eclíptica. Tiene de 16 a 18 grados de ancho total; indica el espacio en que se contienen los planetas que solo se apartan de la Eclíptica unos 8 grados y comprende los 12 signos, casas o constelaciones que recorre el Sol en su curso anual aparente, a saber, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis".

Etimológicamente, para el estudioso Webb en el libro Los nombres de las estrellas, "el significado original de zooidion, que es un diminutivo de zoon, se refiere a una figura pequeña, pintada o tallada, y así los usa Heródoto (Historias, I.7o). Más tarde se le dio también a grandes figuras... El término zodíaco deriva, por tanto, de las figuras pintadas en él, y es un error etimológico, muy común, suponer que las figuras deben ser de animales".

Después de tantos tecnicismos astrológicos nos quedamos con la definición que da Gerardo Diego sobre lo que es un Zodíaco: "Blancas teorías de estrellas// las más firmes, las más bellas", y le damos entrada a su poema, en el que hace dos hermosos guiños a Leda. En el primero -como es de suponer- en el signo de Géminis (Pólux y Castor), nacidos del huevo de Leda.

El segundo guiño está presente en el signo de Virgo, que aunque en la actualidad se encuentra asociado a la virginidad y al mito de Astrea, hija de Zeus, única diosa Virgen y al cinturón de Hipólita -según otras fuentes-, en la antigua Grecia consideraban a Virgo como una diosa que tenía la función de mediar entre el espíritu y la materia, así como la de unir la inteligencia con las necesidades de la vida. Se trataba de una diosa relacionada con la procreación. Se cuenta que en los ritos a Virgo se exigía que al igual que cada árbol daba su fruto, la mujer entregara su virginidad a la diosa con el fin de atraerse la fertilidad. Pensamos que el poeta le da esta última significación, además de relacionar al color blanco con la virginidad y con la albura del plumaje del cisne, también podemos hurgar en aquéllos deseos de poseer lo imposible, pues el cisne (Zeus) ve a la hermosa virgen y piensa en Leda, en aquel momento, en aquella entrega mágica y ritual.

Zodiaco

Gerardo Diego


Zodiaco. Banda de Geos.
Cruces. Medallas. Trofeos.
Gira lenta la correa
de la eclíptica polea.
Se inclina en bello viraje.
Vuela sobre el paralaje.
Blancas teorías de estrellas,
las más firmes, las más bellas.

Las doce constelaciones
enlazadas de las manos
cantan celestes canciones
que no entienden los humanos.
Oh, corona sideral
inocente y virginal.
Los coluros y los tròpicos
son aros vacuos, utòpicos.
Tú ciñes de invierno a invierno,
amoroso, mi planeta
Tú, Zodiaco, eres eterno.
A ti te canta el poeta.


ARIES

Intrépidos Argonautas. Jasòn.
La copa de las regatas, el Toisòn,
(En Rodas, Apolonio
os dará testimonio.)
Aries apunta sus cuernos
primaverales,
los tiernos
recentales.
En cada punta una estrella.
Andròmeda la bella
querría huir galopando sobre Pegaso.
Pero Pegaso
va paso a paso.
Aries. Riqueza. Violencia,
nos pronostica la ciencia
sideromántica, astròloga.
Ebulliciòn biòlogo.
Aries. La doncella hermosa.
En el rosal la rosa.


TAURO

Tauro. Potencia. Vigor.
Sangra, escarba, muge, topa.
Tauro es Júpiter raptor.
Sobre sus lomos, Europa.
(El Buey Apis cruza lento
contra escarnio y contra viento.)
El horòscopo adivina
obstinaciòn, lucha, inquina.
Tauro. Fuerza. Sexo. Arde
el macho en celo. El cobarde
de vergüenza palidece.
Tauro todo lo enrojece.
Y, oh paradoja divina:
sobre el sangriento Aldebarán se posa
la mariposa,
la golondrina.


GÉMINIS

Géminis. Los dos hermanos
iguales y paralelos.
Sobre los hombros, las manos.
Castor y Pòlux, gemelos.
Deteniendo su cuadriga
los examina el Auriga.
Géminis, símbolo profundo.
El viudo busca su pareja.
Sobre la corola, la abeja.
Bajo el sol, el amor fecundo.
Los hijos de Géminis son nobles.
Su espíritu alto. Sus amores dobles.
Paraíso de los andròginos.
Infierno de los misòginos.
El águila bicéfala vuela
invulnerable a las balas.
Al alma le nacen dos alas.
y persigue al alma gemela.


CÁNCER

Cáncer. El Sol llega al tròpico
y empieza a andar del revés.
Cáncer. El Sol microscòpico
se abate sobre la mies.
Sombras enanas
y fuegos artificiales.
Reverberan las vestales
humanas.
En el cielo arden hogueras.
Caen estrellas en las eras.
Huele la Luna. Es el gran
panselenio de San Juan.
Humor fantástico. Viajes.
Germinaciòn de lunáticos.
Van por celestes parajes
fanáticos.
Cáncer. La Luna princesa.
El Sol la alcanza y la besa.


LEO

Leo. El cuerpo y la cabeza.
(¿Un leòn o un ave coja?)
La melena de Su Alteza
es aromática y roja.
Régulo: la garra en alto,
preludio de heroico asalto.
Pòlux, medroso, se abraza
a Castor. Y todos: ¡Plaza!
-gritan- ¡Plaza al Rey!
Quia nominar... Es la ley.
Leo. Vino, sangre y fuego.
La Rueda de la Fortuna.
Si la bola es oportuna
hay herencia. Pero luego...
Leo. Dormita, bosteza.
...No despertéis a Su Alteza.


VIRGO

Virgo, en las manos de cera
levanta la rubia Espiga.
Y derribada en la era,
dice la virgen: -Mi amiga,
mi amiga casta y sin velo,
la blanca Virgen del cielo.
Quién pudiese ir en un vuelo-.
La mira el Cisne y piensa en Leda.
Como pueda...
-Pon en mis ancas tu raso
-dice Pegaso-.
Virgo, llamas refrenadas.
Mieses. Sol. Dulces miradas.
Horòscopos de demencia.
Peligros de adolescencia.
Sueñan las doncellas
amantes;
vuelan las estrellas
errantes.

LIBRA

Libra. Los platillos llenos.
a, y, arriba P,
el clavo que los sujeta.
Los frutos colman sus senos.
Es el fiel. Ni más ni menos.
Libra. Cosechas. Vendimias.
En las retortas de alquimias
y en los magos alambiques
descifran los nigromantes:
-Nadie al amor pone diques.
Mas tened cuidado, amantes-.
La dama de la pelerina
se ha enamorado de Arturo.
Adiòs, golondrina.
El cielo está ya maduro.


ESCORPIO

Escorpio. Se retuerce en los mares
horizontal.
Saluda la rojiza Antares
a la Cruz Austral.
Mordeduras. Baba. Ira.
La Virgen, en el trapecio,
se columpia y le mira
con desprecio.
Se enreda la madeja
de las estrellas. Una se queja.
Y hay un secreto trigonométrico
en su laberinto geométrico.
Algunas se desgajan
y como hojas secas bajan,
haciendo eses,
a posarse sobre los cipreses,
de los cementerios.
Escorpio. Audacia. Adulterios.
Esta mañana
se nos ha muerto la hermana.

SAGITARIO

Sagitario. El arco estalla.
Tiembla la aguda saeta.
El bello centauro-atleta
en escorzo de batalla.
Apunta. Salta la flecha.
Parábola. El arco vibra.
Ha herido a Escorpio o a Libra.
Y cae la estrella deshecha.
Dicen todos: -Sagitario-
y hay un temblor extraordinario.
Hasta el Águila se inquieta.
Recoge su cola el cometa.
Sagitario. El gran obstáculo,
dice el oráculo.
Todo bien o todo mal.
Omnipotente o fatal.
Sagitario, ¿es tu saeta
la que malhiriò al poeta?

CAPRICORNIO

Capricornio. Alarga el cuerno.
Corvas y velludas piernas.
Invierno.
Nieves eternas.
Capricornio topa y salta.
Ostenta
la cornamenta
de las cabras de Malta.
Irònico signo
maligno.
El Cisne patina
por la onda cristalina.
Pronòsticos: genio activo.
Fallan las patas de chivo.
Balancea el tallo Sirio.
Inmaculado lirio.
Capricornio. Tus placeres
los mejores.
Rubores
en las mujeres.

ACUARIO

Acuario. Ondas de cristal.
Paisaje submarino.
Aurora boreal
sobre el resplandor alpino.
Orion, el gran cazador,
se convierte en nadador.
Ha visto al Delfín
y a las ondinas del Rhin.
Las estrellas, burbujas
somormujas.
Nacen ahora los sinuosos,
movibles y caprichosos.
Verbena
ártica en los bulevares.
Queda presa la Ballena
entre los hielos polares.


PISCIS

Piscis. Juegos. Culebreos.
Las cabecitas biplanas
guiñan los ojos. Mareos.
Trenzadas filigranas.
La Ballena los acecha
y ellos huyen paralelos.
Ha quedado deshecha
la prisiòn de los hielos
Piscis. Espíritu inquieto
propenso al mando y al reto.
El mundo muere. Nace el mundo.
El niño rubicundo
retoza en la cuna.
Se pone su antifaz la Luna.

El Zodiaco vuelve a empezar.
Girar. Girar. Girar.
Dame la mano, hermana:
Vamos a bailar la sardana.


Conjunción de Isis, Venus y Leda
Maria Varas


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Gerardo Diego. Poeta perteneciente a la generación del 27. Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander. Estudia la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y allí conoce a quien sería después un amigo esencial en la vida literaria, Juan Larrea. Fue catedrático de Lengua y Literatura en Institutos de Soria, Gijón, Santander y Madrid. En Santander dirigió dos de las más importantes revistas del 27: Lola y Carmen. Fue uno de los principales seguidores del Ultraísmo y del Creacionismo. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, ex aequo con Rafael Alberti. Elaboró las dos versiones de la famosa Antología de poesía. Como profesor, dio cursos y conferencias por todo el mundo. Fue además crítico literario, musical y taurino además de columnista en varios periódicos. Su tarea poética se sigue completando con sus estudios sobre diferentes temas, aspectos y autores de la literatura española, con su labor de conferencista y su destacada crítica musical. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia Española. En 1979, se le concedió el Premio Cervantes. Murió el 8 de julio de 1987 en Madrid a los 90 años.

lunes, 19 de octubre de 2009

Un mito en micro: de Leda a Helena, Alba Omil


El microrrelato es un género que, se según cuenta la leyenda, nació en la Argentina en 1950 de la mano de Borges y de Bioy Casares, cuando ambos publican la antología Narraciones Breves y extraordinarias, en la que aparecen relatos hasta de dos líneas. Diez años después, Cortázar con la publicación de Historias de Cronopios y de Famas lo da a conocer en Europa.

El microrrelato sorprende por la brevedad, la síntesis y la fuerza de su final, en pocas palabras el autor debe concentrar la magnitud de una historia, lo que obliga al lector a convertirse en cómplice, a jugar con el escritor, a sorprenderse y buscar lecturas distintas en cada palabra, en cada signo, en cada simbolismo. Para nosotros, el microrrelato en la pasión por escribir, es como un clímax, corto, breve e intenso.


Leyendo, buscando y redescubriendo, hemos dado con un microrrelato de la argentina (que parece que la leyenda es cierta), Alba Omil, quien a través de Helena, la de la fatal belleza, nos cuenta la génesis de la semidiosa, un pequeño guiño, lleno de intensidad, un microrrelato:


Helena
de Alba Omil

Salió del huevo con cuerpo de mujer y gracia de ave. Por cada uno de sus poros cantaban la vida y la hermosura sus triunfos y sus goces. En el fondo de sus ojos claros, esperaba una montaña de guerreros muertos

Para conocer un poco más de la autora: la letra profunda

Álvaro Pemper

martes, 6 de octubre de 2009

Mil y una formas de interpretar el mito: algunas Ledas contemporáneas (XXXI)

.

Grazer Oper


Cynthia Atwood


Anna Cionini



WeepingS wans
Camila d' Errico


Jeanne Wilkinson


Las postales de Leda II


Leda me ha contado algo muy personal, y aunque no lo verbalizó, intuyo que quería que le hiciera llegar esos sentimientos al cisne... y he pensado que una buena manera de hacerlo es mediante una postal... donde el anverso de mis torpes palabras sea acompañado por el reverso de una linda imagen. Sin embargo, no sé cómo encarar el mensaje, no sé hasta qué punto pueda o deba o quiera inmiscuirme en esa relación. Ella, por lo que me ha dicho, ya le ha enviado algunas, y la reacción del dios no siempre ha sido agradable.

Mientras Leda me hacía la petición, la miraba y sentí su tristeza. Pude sentir que ella, aunque no lo vea, siempre está al lado de su cisne, lo presiente, lo siente, lo lleva en ella. Más allá de la esencia del ánade, más allá de aquella cópula divina, más allá de los dióscuros, más allá de Helena... Leda lleva en su sangre cada pluma del dios... y como lo necesita y necesita comunicarse con él cada momento, cada segundo de su existencia, le envía postales para que no olvide aquel momento (no sabemos si llegan al Olimpo,)... Estas postales son exclusivas para el cisne, para que sepa que ahora, más que nunca, Leda lo necesita... porque las postales también son para eso, para renovar el amor, para avisar cuánto se ama, cuánto se necesita, cuanto se desea... la presencia del cisne.