jueves, 7 de mayo de 2009

De los hijos del Cisne y sus Olímpicas amantes (IV)

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Sabemos que el Cisne era poco serio en cuestiones de amores, o quizás era muy serio pero su fuego interior era tan grande que necesitaba unirse, copular, reproducirse con cuanta mortal o diosa se le antojara, por supuesto que ésta debía ser especialmente hermosa como en el caso de Leda. Pero como esta entrada está dedicada a las diosas y a sus uniones con el Olímpico Cisne, hoy nos toca hablar de las Cárites, las Gracias para los romanos, a las que todavía pedimos...

Sobre la madre de las Cárites: Eurínome

Parace ser que la madre que era una oceánide, hija de Océano y Tetis. Su nombre significa ‘amplio gobierno’ o la que comanda ampliamente. De sus virtudes maternales no hay dudas, tampoco de su bondad porque cuando Hefesto fue arrojado del Olimpo por Hera (porque su propia madre lo consideraba feo), Eurínome y Tetis lo recogieron en el fondo del mar.


Segun Boecio, Eurínome fue esposa de Ofión (en illo tempore) y reinó con él sobre los titanes antes de los tiempos de Crono. Pero cuando éste se alzó contra su padre, Eurínome fue vencida por Rea y arrojada al Tártaro o al fondo del mar (como que no había buena relación con la abuelita del Cisne). Algunos autores la hacen también madre, con Zeus del río Asopo. El artista Javier M., autor de cómics y pintor, nos deja en una bella ilustración un poco de esta historia de la madre de las Cárites.

Sobre las Cárites

Hesíodo nos cuenta en la Teogonía los orígenes de las Cariátides. Y, mejor que nuestro torpe dicurso, dejemos las palabras del gran vate nos iluminen:

"Y Eurinomia, la Oceanida, que tenía una belleza perfecta, parió a las tres cárites de hermosas mejillas: Aglea, Eufrosina y la amable Talía. Y emanando de sus párpados, enerva la fuerza del deseo; y bajo sus cejas, son dulces sus ojos".

No hay acuerdo entre cuántas eran, ni en su número, ni sus nombres están fijados. Tres suelen darse como fijas: eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad. Habitualmente se consideran tres, de la menor a la mayor: Aglaya (‘Belleza’), Eufrósine (‘Júbilo’) y Talía (‘Festividades’). Pero hay muchos nombres para tan mágica historia. Aquí les dejo algunos por los que se han paseado los poetas: Talía (la que hace florecer); Auxo (la que hace crecer); Calé (la hermosa); Eusofrine (la alegría); Aglaia (la radiante); Hegemone (la acrecentadora).


Poco se sabe de cómo fueron las circunstancias de su nacimiento, así que lo imaginamos hermoso, tranquilo: lleno de gracia. Se les representa como muy hermosas y es natural que así sea pues eran jóvenes y simbolizan la vida y el florecimiento. Parece que estaban al servicio de Afrodita (no podría ser de otra manera), y así no los relata Homero, en el canto VIII de la Odisea:

"La risueña Afrodita a Chipre y Pafos, donde tiene un bosque y un perfumado altar. Allí las Cárites la lavaron, la ungieron con el aceite divino que hermosea a los sempiternos dioses y le pusieron lindas vestiduras que dejaban admirado a quien las contemplaba".

Venus y las Gracias sorprendidas por un mortal
Jacques Blanchard

1 comentario:

  1. Guau! Qué placer fue encontrar tu blog!

    Soy novata en esto y no sé cómo llegué hasta aquí, comencé hoy, pero fue un regocijo para la rutina dar una mirada a tu rinconcito virtual.
    Certeza que entraré a recorrerlo con más tiempo y prestando la debida atención, porque vale la pena.

    Saludos
    Mercedes

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